Tuesday, November 13, 2007

El análisis que hizo sobre el Islam el escritor católico inglés Hillaire Belloc

Una reflexión sobre el Islam
Se debe recordar el análisis que hizo sobre el Islam el escritor católico inglés Hillaire Belloc, dice el cardenal

No juzgo atrevido pensar que la conversión al catolicismo, en 1845, de Newman "luego sacerdote y cardenal", tuvo, como gratificación providencial, la floración de una serie magnífica de pensadores y escritores católicos en la protestante Inglaterra. De un minucioso listado extraigo dos nombres fraternalmente unidos en la fe y en el amor y la defensa de la Iglesia Católica: G.K. Chesterton e Hillaire Belloc.
A Hillaire Belloc pocos lo recuerdan y menos son los que lo leen; y en verdad merece ser leído y releído. Belloc fue un escritor comprometido y fecundo. Con Chesterton, formaban un dúo polemista brillante. Salvo en el teatro, Belloc se movió en diversos géneros literarios: poesía, ensayos, viajes, historia y biografía. Sus textos sobre la Reforma son de imprescindible lectura para una visión acertada acerca del origen del protestantismo. Europa y la fe, La crisis de nuestra civilización y Las cruzadas; y las biografías de: Napoleón, Richelieu, Danton y Juana de Arco son títulos que enriquecen la bibliografía de Belloc. Las grandes herejías Allá por los años 30, Belloc publicó un texto, no voluminoso, sobre las grandes herejías. Las Grandes herejías, en el pensamiento y exposición de Belloc, son la herejía arriana, la grande y duradera herejía de Mahoma, el ataque albigense, la Reforma y la fase moderna. ¿Por qué este recuerdo de Belloc y su obra? Acudieron a mi memoria el libro y su autor cuando surge de su refugio parisino Khomeini como jefe religioso y político de Irán. Su fuerza se asienta en principios religiosos, por supuesto islámicos. Toma una actitud desafiante ante los Estados Unidos, guerrea contra los correligionarios iraquíes y condena a ser asesinado en cualquier lugar del mundo al autor de Versos satánicos. Luego supe que el islamismo es la segunda religión en la Francia de estos tiempos; que, sobre todo en ciertas zonas de Africa, su presencia es avasalladora. Todo el mundo sabe de la construcción de una monumental mezquita en Roma (­!) y en Buenos Aires, donde acaba de donar el gobierno de la Nación más de 3.200 metros cuadrados en Palermo para la construcción de una mezquita y centro cultural. Todo ello, pero sobre todo el extraño personaje de Saddam y la guerra del Golfo, me motivaron a releer las páginas de Belloc que recordaba vagamente. Allí, Belloc estudia el origen y la expansión formidable del mahometanismo en sus primeros cien años. Analiza sus causas y lo denomina "herejía", porque Mahoma venía del paganismo; "provenía "dice Belloc" de los degradados idólatras de la salvaje Arabia, cuya conquista nunca interesó a los romanos; y vivía entre ellos". Mahoma toma verdades de la doctrina católica y del judaísmo, tales como la existencia y unidad de Dios (Alá) y su omnipotencia, eternidad y poder creador; los castigos y premios después de la muerte. Indicaba la reverencia y veneración a Nuestra Señora, pero negaba la Encarnación y la divinidad de Cristo, por consiguiente la Trinidad y toda estructura sacramental: Eucaristía, sacerdocio, matrimonio... La simplicidad de la doctrina y sus reformas económico-sociales explican en parte la rápida difusión del islamismo.

Poder mahometano
Pero hay un punto en el trabajo de Belloc que fue lo que recordé frente a los hechos contemporáneos que he citado, punto que considero no una profecía, pero sí una especie de anticipación. Diversos hechos históricos fueron arrinconando y quitándole presencia al mundo islámico. "Estamos acostumbrados hoy "dice Belloc" a pensar en el mundo mahometano como algo pasado y estancado en lo material. Belloc se pregunta: "¿Acaso podrá resurgir el islam?... ¿No recuperará tal vez el poder temporal el islam y, con él, la amenaza de un mundo mahometano armado que se emancipe de los europeos "aun nominalmente cristianos" y aparecerá como el principal enemigo de nuestra civilización? Prosigue Belloc: "Ya que la religión se halla en las raíces de todos los movimientos y cambios políticos, ya que tenemos una religión (el islamismo) muy grande, físicamente paralizada pero viva en lo moral, nos hallamos en presencia de un equilibrio inestable que no puede permanecer eternamente inestable". Cualquiera que sea el motivo, el mahometanismo ha sobrevivido vigorosamente. El esfuerzo misionero no ha tenido efecto apreciable; puede preguntarse si no veremos en el futuro un resurgimiento del poder mahometano y la reanudación de la antigua presión del islam contra la cristiandad. Belloc escribe en 1936; yo le preguntaría si no es más adecuado hablar hoy de "occidente", no de cristiandad. Se le podría también objetar que el islam no produce armas. Pero, diría Belloc, ¿no hablan ustedes hoy del "comercio de armas"? ¿Acaso los armamentos de Irak e Irán son de sola fabricación islámica? No recuerdan, proseguiría Belloc, lo que aconteció en los principios de la década del 70 con el petróleo; ¿no conmovió la economía mundial? Si en lugar de escribir en 1936 escribiera hoy, no dejaría de referirse a esos puntos e interrogantes. "Nada hay "dice textualmente" inherente al mahometanismo que lo haga incapaz de la ciencia y de la guerra moderna. Dios quiera que todo quede reducido al ámbito de meras posibilidades provenientes, es verdad, de la mente penetrante de ese gran escritor católico inglés que fue Hillaire Belloc.


ANTONIO QUARRACINO
Arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina

Fuente: Clarin Digital

No comments: